DÍA 15
GHOREPANI (2860) - POON HILL (3200) - HILE (1430)
5 HORAS Y MEDIA
Dormimos de maravilla pero el despertador suena a las cuatro y cuarto de la mañana porque vamos a subir a Poon Hill a ver el amanecer. Salimos a las 4.45 muy abrigados pensando que iba a hacer mucho frío pero enseguida nos sobra la ropa. Hay un desnivel de casi 400 metros y tardamos 45 minutos en llegar al mirador. Cuando llegamos está amaneciendo.
Aunque el cielo no está muy claro disfrutamos de un precioso amanecer con una taza de te en la mano y rodeados de una "pequeña" multitud. De hecho, nos sorprende ver tanta gente.
Desde donde estamos podemos ver el Annapurna Sur (7219) y el impresionante Dhaulaghiri (8167)
Dedicamos algo más de una hora a disfrutar del paisaje y de las vistas espectaculares. Además, sería la última visión que tendríamos de las grandes montañas. Fotos por aquí ... ... y fotos por allá
Todas nos parecían pocas para intentar captar aquellos bellos momentos con nuestras cámaras.
Una vez de vuelta al guest house tomamos un copioso desayuno y salimos de Ghorepani rumbo a Hile sobre las ocho y media de la mañana.
La primera parte de la bajada es realmente bonita y discurre por un bosque de rododendros en flor y entre algún que otro magnolio de flor blanca.
Aquí tenéis a Raúl probando el sistema que utilizan los porteadores para llevar las mochilas. Aunque parece decir con su gesto que el petate no pesa demasiado, ante la sonrisa de Ngima; la verdad es que tan solo fue una "cata" y dejó el peso inmediatamente en manos de nuestro gran Ghelju.
Bajamos, bajamos y bajamos!! Primero por un sendero y como una hora más tarde empezaron las piedras y los tremendos escalones. Nos llama la atención la cantidad de turistas con los que nos cruzamos, especialmente tras haber pasado por el pueblo de Bhanthanti (2210). A partir de ese momento y hasta llegar a Hile es un continuo rosario de montañeros de todos los pelajes y de turistas que dudamos lleguen a Ghorepani si no es subidos en un pony.
Hacemos una parada para tomar un te en Ulleri (1960). Llevamos dos horas bajando y estamos cansados, pero no es nada comparado con las dos horas de escaleras irregulares que nos quedan por delante hasta llegar a Hile.
El descenso es continuo y muy pendiente y Hile se encuentra en lo más profundo del valle.
Llegamos a Sushma Ghest House cansados y con los pies doloridos, pero no hay nada que una buena siesta no pueda remediar. Eso sí, mientras dormíamos cae una tromba de agua que empapa nuestras botas y calcetines que habíamos dejado en la terraza aireándose
Aprovechamos el resto de la tarde para dar una vuelta por la zona, eso sí, sin subir ni bajar ni una escalera más!!
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