El del fondo, con la cumbre nevada es el volcán Tungurahua (5016 m). Aunque desde el pueblo no se ve, nosotros lo vimos la tarde que subimos al mirador de la virgen. La nieve cayó esa misma mañana. Creo que fuimos bastante afortunados porque el tiempo, como podeis ver en las fotos, no era damasiado bueno.
Bueno; digamos que tuvimos una de cal y otra de arena ... Esta es una vista de la ciudad sobre el valle del río Pastaza en un momento de tranquilidad tras la tormenta.
Pero si por algo es famosa esta ciudad, es por sus baños termales!! ... y obviamente, nos sacrificamos todos los días!! Aquí se ven dos de las tres piscinas de las que disfrutamos. La azul del fondo es de agua fría, la otra es de agua caliente, y la que no se ve supera los 40º.
Otra vista de las piscinas, esta vez después de haber estado a remojo un buen rato. No se ve del todo en la foto, pero las piscinas se encuentran bajo una cascada de unas dimensiones nada desdeñables.
Algo que uno no dejará de ver en Baños es cómo se hacen las melcochas. La "melcocha" es un dulce, tipo caramelo "masticable", que se hace con jugo de caña y miel. Lo curioso del proceso, es que una vez hecha la mezcla, se amasa estirándolo, como veis en la foto, alrededor de un palo en la entrada de los puestos.
Cuando estuvimos nosotros era la víspera de que hordas de turistas llegaran a Baños para pasar la Semana Santa. Se notaba una especial actividad, y a juzgar por como llegaban los camiones cargados de caña de azucar, seguramente la ciudad se pondría a reventar de gente con ganas de gastar dinero.
No os creais que sólo nos volvemos locos con las vacaciones en España!! Nosotros, no se si por influencia del ambiente vacacional, sí nos dio un poco la chaladura. Os preguntareis por qué. Pues fijaros en el artilujio que alquilamos para llegar a las cascadas!!
Lo sabemos ... es horrible. Y además no os podeis ni imaginar el ruido tan espantoso que hacía. La primera intención fue alquilar una bicis pero como estuvo lloviendo un par de horas por la mañana decidimos que esto nos facilitaría la vida si es que no nos dejaba sordos.
Hay que decir que nos mojamos un poco pero nos permitió ver un relativamente poco tiempo un montón de cosas. Esta es una de las cascadas de Machai. Para llegar a verla tuvimos que bajar escaleras durante más de 20 minutos y no había ascensor, claro!
La vegétación es muy densa y el valle, aunque muchas veces escondido tras las nubes, estaba así de bonito.
A pesar de la lluvia que caía intermitentemente, pudimos pasear por el valle del Pastaza que lleva a la zona selvática de Puyo y Tena.
Esta otra es la cascada que llaman El Pailón del Diablo.
Esto que veis en la foto es una tarabita y se trata de un artilujio que suspendido de ese cable te cruza al otro lado del río por la módica cantidad de $1.
Nosotros nos dimos el capricho y hay que decir que impresiona la velocidad, pero sobre todo la altura. Sino, juzgar por vosotros mismos.
Nuestra siguiente etapa era Cuenca, la de Ecuador, claro!
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