DÍA 14
TATOPANI (1190) - GOREPANI (2860)
8 HORAS
Esta era una de las jornadas más duras del circuito y no empezamos bien. Raúl pasó mala noche y se levantó con el estómago mal, precisamente el día que teníamos una ascensión de casi 1700 metros!! Sabíamos que el el día iba a ser duro pero no imaginábamos cuánto!
Salimos de Tatopani sobre las 7 de la mañana dejando esta imagen detrás nuestro, y tras media hora de tragar polvo por la carretera cruzamos el puente que nos llevó hasta Gharkhola. Es en ese momento donde comienza la jornada de verdad. La primera parte de la ascensión es muy dura, a ratos es un camino polvoriento, a ratos tramos de escaleras irregulares que permiten salvar el tremendo desnivel que tenemos que hacer hoy. Tras una parte muy dura llegamos a una tea-house donde aprovechamos para hacer un descanso.
Nuestros pasos se dirigen hacia el fondo del valle que aparece en la fotografía por el que tenemos que subir. Subimos poco a poco aunque sin descanso por caminos entre las huertas y las casas. Patatas, maíz y un cereal que creemos es cebada es lo que se cultiva por aquí.
Vemos muchos paisanos por el camino y tienen mucho mejor aspecto que los de Kalopani; sin duda el clima es más agradable y la tierra da para comer y vivir mejor.
De nuevo el día es caluroso y disfrutamos de vistas estupendas del paisaje más verde que en jornadas anteriores.
Llegamos a Shikha (1935) sobre las 10.30 bastante cansados y con bastante hambre, así que paramos a tomar te, galletas y las chocolatinas del día.
Shikha tiene más vida de la que parece y descubrimos muchos grupos de gente trabajando o simplemente charlando.
Sobre las once de la mañana retomamos el ascenso pero Raúl no se encuentra bien y la comida le ha sentado fatal.
Paramos varias veces y por fin llegamos a Chitre (2390) donde decidimos comer algo y descansar un rato. Raúl toma una sopa con una coca cola que le sientan de maravilla, así que descartamos la idea de quedarnos en Chitre a pasar la noche. Aunque nos queda un desnivel de unos 500 metros, cogemos buen ritmo y avanzamos rápido entre los rododendros en flor.
Poco antes de las cinco de la tarde llegamos al guest house justo cuando estallaba una gran tormenta. Afortunadamente no nos mojamos por los pelos y llegamos agotados a Gorepani, aunque satisfechos de haber terminado una jornada tan dura.
Después de una buena ducha salimos a dar una vuelta por este pequeño pueblo. La verdad es que estaba lleno de turistas porque por este pueblo pasan bastantes trekkings. Nos sorprendió ver tanto turismo tailandés y que hubiera música a un volumen tan importante. Aquello era lo más parecido a una discoteca!!
Este es el Dhaulagiri, entre nubes, desde la ventana de nuestro cuarto. No es espectacular?
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