Este parque nacional se caracteriza por su paisaje peculiar, producto de una erosión muy particular que origina los "hoodoos" o chimeneas de hadas, que es como les llaman en algunos lugares.
Además de esas formaciones tan peculiares y tan abundantes en el parque, destaca los diferentes colores de la roca. Algunas rocas son practicamente blancas, como tiza, tal y como veis en esta foto.
En otras zonas el color que domina es el naranja, aunque lo habitual es encontrarlos todos mezclados según las capas de roca que queden al descubierto.
Nosotros hicimos un par de noches en el Parque y nos dedicamos a hacer el Fairy Trail, un recorrido circular de unas 5 horas que nos llevó por el fondo de este especie de anfiteatro que es el Bryce Canyon.
Además de pasear dedicamos buena parte de nuestro tiempo a disfrutar de las estupendas vistas que se divisan desde los numerosos miradores del parque.
Bryce Canyon, sin duda un lugar muy recomendable.
1 comentario:
Hola Raul,
llevo varias semanas visitando esta página y os quiero, en primer lugar, felicitar por el blog que tenéis. Impresionante!!
En segundo lugar, gracias a este reportaje que estais haciendo, ya me estoy documentando, pues a finales de verano voy para allí.. De esta manera se ve un poco cómo es realmente la Ámerica profunda!
A! supongo que ya te habrás dado cuenta de quien soy... ;)
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