jueves, 11 de enero de 2018

RUMBO A CALETA TORTEL

Con el recuerdo del Perito Moreno todavía fresco pusimos rumbo hacia el norte y nuestra siguiente etapa, aunque de transición, era Chile Chico.
Pero llegar allí no fue sencillo. Primero trece horas en bus (toda la noche) para ir desde El Calafate hasta el pueblo fronterizo argentino Los Antiguos. Allí fuimos en taxi hasta el puesto fronterizo argentino que está a unos 3 kilómetros de la población. Una vez pasado el control fronterizo hicimos dedo para llegar hasta el puesto chileno (otros 6 kilómetros) y allí tomamos otro taxi, este chileno, para llegar a Chile Chico (5 kilómetros más). Al parecer antes había un bus que iba desde Los Antiguos hasta Chile Chico pero lo quitaron hace algún tiempo.
En Chile Chico nos hospedarnos en casa de Jessica, hospedaje Río Baker, un sitio muy recomendable.
Allí nos sentimos como en casa!!
Respecto a Chile Chico decir que es un lugar donde no hay grandes cosas que hacer y parece que la vida no avanza. Tranquilidad. Dedicamos el tiempo a pasear por la costanera cuando el viento lo permitía.
También subimos al mirador llamado la plaza de los vientos. Por qué será??
Y nos unimos a los lugareños en el pasatiempo del fin de semana, que es ver múltiples partidos de fútbol en el polideportivo local.
Nos acordaremos de Pamela y Rapsodia, ambas trabajan en la terminal de autobuses y se desvivieron por ayudarnos a conseguir transporte.
Porque si llegar a Chile Chico no fue fácil, salir fue aun más difícil!! Nuestro siguiente objetivo era llegar a Cochrane para posteriormente ir a Caleta Tortel y la única manera era conseguir dos plazas en la furgoneta de 14 plazas que salía el domingo a las dos de la tarde. El problema es que ese transporte está subvencionado por el estado por ser considerado una zona remota y por tanto la gente local tiene prioridad absoluta. El caso es que cinco minutos antes de su salida nos enteramos que se habían ocupado todas las plazas. El siguiente autobús era el día siguiente a las cinco de la tarde y nos podía pasar exactamente lo mismo, es decir, quedarnos en tierra después de esperar otro día más. Tras intentar hacer dedo durante un rato y tras rechazar el viaje que nos ofrecieron unos turistas bastante extraños que consiguieron una ranchera totalmente desvencijada decidimos pasar al plan B.
El plan B consistía en comprar pasaje para el transporte turístico que va a Puerto Río Tranquilo y quedarnos en un cruce a unos 60 kilómetros de Cochrane para coger cualquier transporte que pasará en esa dirección y mientras tanto hacer dedo.
Este es el cruce de caminos donde pasamos casi dos horas haciendo dedo y por donde apenas pasaron 20 coches en ese tiempo.
Afortunadamente un comercial de una empresa de suministros de alimentación que suele hacer esa ruta y que ya traia a dos turistas chilenos nos recogió y nos llevó a Cochrane. Incluso nos paró en la confluencia del río Baker para tomar unas fotos.
Pasamos una tarde lluviosa en Cochrane y al día siguiente llegamos a Caleta Tortel con un tiempo espléndido.
Caleta Tortel es una población que surgió con la explotación de la madera de ciprés de las guaitecas. El terreno es tan húmedo que todas las casas tienen que construirse sobre pilotes de madera (como los palafitos de la isla de Chiloé). El pueblo se extiende a lo largo de la costa hasta el Delta del río Baker y en la actualidad hay unos 10 kilómetros de pasarelas.
Caleta se encuentra en el fondo de un fiordo y los paisajes son de una gran belleza.
La combinación de montañas, algunas nevadas, con el agua de un color tan especial le confieren un aire bastante exótico.
Nosotros nos alojamos al final del pueblo, en una zona llamada playa ancha a la que se accedía tras más de media hora caminando por pasarelas.

También subimos a los miradores que hay en lo alto. Allí también son necesarias las pasarelas, en este caso se trataban de tablones colocados en el suelo para no hundirse en el terreno.
Las vistas del río Baker y de las montañas de la zona bien merecen el paseo.
Esta larguísima pasarela es la que conduce al aeródromo, que tan solo se utiliza en caso de emergencia.
El río Baker a su paso por el aeródromo.
Estatuas a los primeros trabajadores de la madera de Caleta.
Por último aquí os dejamos algunas fotos panorámicas de la bella Caleta Tortel.

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