lunes, 22 de enero de 2018

DE VILLA CERRO CASTILLO A EL BOLSÓN

Tras disfrutar de los alrededores de la ventosa Villa Cerro Castillo, pusimos rumbo al norte por la carretera austral. Conseguimos pasaje en una furgoneta local que nos llevó a Coyhaique, y allí, tras analizar en la oficina de turismo las opciones de transporte existentes, decidimos comprar un billete a la Junta.
Teníamos decidido que no seguiríamos por la carretera austral más allá de la Junta y que nuestro objetivo era cruzar a Argentina por Futaulefu, pero el cómo no estaba muy claro porque el transporte era muy escaso en la zona.
Cómo podéis ver en la foto, no es una carretera muy transitada.
Estuvimos menos de 24 horas y aprovechamos para subir a unos miradores que tienen vista al valle y a los ríos.
También tuvimos oportunidad de pasear por el pueblo y nos resultó más agradable de lo que esperábamos. 
Lo que no sabíamos es que el nombre de la Junta tiene su origen en la Junta militar de Pinochet, ya que fue él quien construyó la carretera austral. De hecho hay hasta una especie de monumento al dictador. Supongo que no nos podemos extrañar cuando en España quedan todavía tantos monumentos franquistas después de tantos años!!!
Esta foto es tan solo una muestra del estado de la mayor parte de la carretera austral, y a pesar de ello, nos cruzamos con un montón de ciclistas que tenían que arrastrar sus bicis en muchas ocasiones, por no hablar de la cantidad de polvo que deben tragar!!
Este es el río Futaulefu, muy popular por sus aguas bravas, donde turistas de todo el mundo acuden a hacer rafting.
De nuevo cambiamos de planes, y en vez de ir a Villa Futalaufquen para hacer treking decidimos seguir hasta El Bolsón en Argentina.
Nuestra primera excursión fue al refugio Piltriquitron.
Hubiera sido bonito poder subir hasta la cima, pero hay que decir que la ascensión al refugio discurre por una pista polvorienta de unos 10 km  por la que pasan los coches. Tan solo los últimos 45 minutos van por bosque.
El refugio está en un lugar hermoso y hay buenas vistas de El Bolsón, pero lo mejor del día fue conocer a Fede y María, una pareja de Matanza en Buenos Aires, que hicieron que la aburrida ascensión fuera mucho más amena. Con ellos pasamos casi todo el día charlando, les mandamos un beso desde aquí.
Otro día fuimos al cajón azul. Se trata de una excursión a ver el cañón del río Azul, al que se accede fácilmente en autobús desde el centro.
Un bonito paseo, un tanto rompe-piernas con continuas subidas y bajadas. El día era caluroso y solo la parte final discurre a lo largo del río.
El resto del camino resultó agradable y sombrío.
Lo que más nos llamó la atención de El Bolsón es la cantidad de jóvenes que van a acampar y a pasar unos días en la montaña!! 
En esta zona hay muchos refugios y no se pueden reservar ya que tienen la política de que las plazas son para el primero que llegue. Además, piden que te lleves el saco de dormir y la esterilla para poder dormir dentro en caso de que las camas estén ocupadas.
Nuestro siguiente destino: Bariloche.

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