martes, 8 de enero de 2013

EL OESTE DE ASTURIAS

"Año nuevo, vida nueva" dice el refrán, pero nosotros seguimos fieles a nuestras costumbres y comenzamos el año de paseo por Asturias. Tras pasar la Nochevieja en familia, salimos el día 1 de enero rumbo a la zona más occidental de Asturias. El tiempo era horroroso pero confiábamos en que mejorara lo suficiente para poder pasear por allí. Sin duda alguna, acertamos!! Hemos disfrutado de un tiempo frío pero espléndido.

Nos alojamos en el albergue de Castro, un pequeño pueblo, casi en la frontera con Lugo. Sandra y Juan nos atendieron de maravilla y a excepción de la primera noche, que había una pareja catalana haciendo el camino de Santiago, fuimos los únicos clientes del albergue. 
Nuestra intención era explorar la zona de los Oscos, así que dedicamos la primera jornada a hacer una ruta por los alrededores de Santa Eulalia de Oscos. Hicimos una ruta circular que combina parte de la ruta del Forcón de los ríos (PR AS 119) con la de A Mina de as Talladas (PR AS 203). A primera hora el día estaba triste pero a medida que avanzaba la mañana se fue animando y salío hasta el sol. 
Lo mejor de la ruta es que los 17 kilómetros no se hacen largos porque el paisaje cambia constantemente y no hay mucho desnivel. Pasamos por aldeas practicamente abandonadas con unas casonas típicas que nos llamaron mucho la atención.

Otros pueblos, como Ferreira por ejemplo, los han dejado preciosos, aquí veis el hórreo con la carretera que pasa por debajo.
La segunda jornada fuimos a Taramundi. Habíamos oído hablar tanto de este pueblo ... de las ferrerías, de los molinos y de todos los artesanos que aun trabajan allí, que a pesar de estar casi a una hora de Castro decidimos ir a hacer una ruta por la zona. Hicimos probablemente la ruta más típica: La ruta del agua (PR AS 17).

El primer punto interesante es el molino de Mazonovo pero tuvimos que conformarnos con verlo desde fuera porque el museo estaba cerrado por vacaciones invernales.
Un poco más adelante hay un desvío que lleva a la cascada de la Salgueira. Se tarda unos cince minutos en llegar y aunque la cascada no es espectacular, el camino es realmente bonito. 
De ahí fuimos hasta As Veigas, aunque la descripción de la ruta lo describe como "un pueblo de cuento", realmente se trata de un centro de turismo rural.

Allí, en un jardín precioso, nos tomamos el bocata regado con una buena sidra y después un cafecito de puchero servido como dios manda. Lo que no se aprecia en la foto es la música de Lou Read que sonaba a un volumen más que considerable. La paisana se empeñó en enseñarnos el comedor y un estudio para dos, que todo hay que decirlo, estaba muy bonito puesto.
El siguiente punto interesante era el conjunto etnográfico Os Teixos. De nuevo tuvimos la mala suerte de que estuviera cerrado. Al menos, pudimos verlo y darnos una vuelta aunque no estuviera funcionando. 
Raul aprovechó para afilar la navaja!!

El tercer día, siguiendo los consejos de Juan, decidimos hacer parte de la etapa 27 de la GR 109 que va de Castro a Santa Eulalia. Lo bueno era que salimos con las botas puestas desde casa. Hacía mucho frío pero el día estaba precioso.
El objetivo era hacer una ruta circular desde Castro hasta a Cova utilizando las dos variantes de la GR. Empezamos bajando hasta el río por un bosque precioso y muy húmedo que a veces tenía un aspecto bastante fantasmagórico.
Había una humedad tremenda y no es de extrañar porque en esta época del año aquí no llega el sol en todo el día. 
 Este es el puente de Ponsadabelle, nada más y nada menos que del siglo XIV.
Y por fín salimos de la niebla y empezamos a divisaral fondo nuestro objetivo: A Cova.
La vuelta fue más dura; primero porque es tres kilómetros más larga, se asciende bastante más que por el otro lado y para rematar los últimos cinco kilómetros se hacen por carretera. Eso sí, no vimos ni un solo coche.
Como acabamos pronto la jornada decidimos ir a Lugo a pasar la tarde. Llegamos a tiempo de dar un buen paseo por la muralla que rodea el casco antiguo y de tomar unos potes con sus tapas.

El último día hicimos la ruta del silencio que sale desde San Cristobal, cerca deSan Marrín de Oscos. En esta ocasión el principio y el final de la ruta son realmente bonitos porque discurren por zona boscosa pero la parte central de la ruta es una pista por una zona repoblada
 Otro día espectacular y no menos espectaculares eran los castaños que encontramos en el camino.
 
Terminamos el día visitando el Museo Etnográfico de Grandas de Salime. Muy recomendable. Pasamos casi dos horas muy entretenidos y nos dimos cuenta de que somos muy mayores ya que recordamos cosas muuuuy antiguas. De muestra un botón.
 Ya de camino a casa aprovechamos para dar un buen paseo por Luarca, que mejor manera de despedirnos de Asturias. Aunque pensándolo bien, nosotros nunca nos despedimos de Asturias, siempre decimos Hasta Pronto!!