lunes, 18 de julio de 2011

ORADEA Y TIMISOARA

Después de nuestro periplo por unos cuantos países europeos, por fin llegamos a nuestro destino: Rumanía. Llegamos con un tiempo buenísimo pero nuestra primera sorpresa fue que nuestro mapa de Rumania del GPS no tenía calles con lo que tuvimos que pasar al plan B para encontrar el alojamiento que teníamos previsto. Con la ayuda de unos chicos a los que preguntamos en la calle descubrimos que el hostal en el que pensábamos alojarnos ya no existía, pero ellos, amablemente nos llevaron a un hotel que estaba fenomenal y a un precio estupendo. Así fue como entramos en Rumanía, con buen pie.
La primera ciudad que visitamos fue Oradea, que se encuentra prácticamente al lado de la frontera húngara. En cuanto nos instalamos salimos a pasear por la ciudad. Nuestra primera sorpresa fue encontrarnos una calle peatonal bastante larga llena de paisanos comiendo y  bebiendo en las terrazas.
Nosotros aprovechamos a tomarnos unas cervezas y a degustar unos de los platos típicos. Se trata de una sopa servida en una corteza de pan que no estaba nada mal.
Dimos un buen paseo y vimos un montón de edificios de la época que perteneció al Imperio Austro-Hungaro.
Nuestra siguiente etapa antes de dirigirnos hacia la zona de los Maramures fue Timisoara. Otra ciudad famosa por sus edificios y por su ambiente cosmopolita. Alli pasamos un par de días visitando la ciudad bajo un sol abrasador.
Lo más sobresaliente, sin duda, sus plazas. La Plaza Unitii con las iglesias cristiana y serbia, una frente a otra, con un gran museo y otros edificios impresionantes. De nuevo, nos encontramos un montón de terrazas donde la gente se reune a charlar en torno a una cerveza.


El otro punto neurálgico de la ciudad es la Plaza Republicii con la Catedral Metropolitana, y el Teatro de la Opera. En esta plaza es donde comenzó la caída del dictador Ceacuscu, algo de lo que los habitantes de esta ciudad se sienten muy orgullosos. Aquí también es por donde pasea mucha gente una vez cae la tarde y cuando la temperatura no es tan alta.

Nuestra siguiente etapa sería Los Maramures, una zona montañosa famosa por su ambiente rural y sus iglesias de madera.

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