Después de pasar dos días enteros en la ciudad del pecado y desenfreno, poníendonos morados en los buffet libres (que aunque sean baratos, su calidad gastronómica deja mucho que desear) echábamos ya de menos los espacios abiertos y la tranquilidad. No os podeis imaginar la sensación tan agobiante que es tener que pasar por medio de un mar de tragaperras para ir a cualquier lado!! Eso si, probablemente no haya muchos que no hayan jugado ni un solo centavo como nosotros!! ¿Será que somos un poco raros?
Cuantas veces hemos visto imágenes del famoso cañón del río Colorado! Bueno, pues a pesar de eso, cuando te asomas al primer mirador te quedas pasmado con las dimensiones del "cañoncito" de marras. Realmente es espectacular!!
Lo miras, lo vuelves a mirar y sigues con la boca abierta y no pudiendo creer que todo eso sea trabajo de ese río aparentemente tan pequeño.
La verdad es que llegamos al parque con la intención de bajar al fondo, no sabemos porque pero nos hacía ilusión, pero en cuanto llegamos los ranger nos lo desaconsejaron de manera muy clara. Al parecer, estábamos en una ola de calor y en el fondo del cañón hacía más de 45 grados. Para colmo dos días antes se había muerto un alemán por un golpe de calor mientras subía. Como veis, la cosa estaba clara; exploraríamos el cañón desde arriba. Heroicidades las justas, faltaría más.
Nosotros visitamos la vertiente sur del cañón, que es la zona más visitada. Una vez más, tuvimos suerte con el alojamiento puesto que a pesar de que el cartel a la entrada del Mather campground decía "full" había una cancelación y pudimos instalarnos en el centro mismo del parque.
Además de varios senderos que descienden al fondo del cañón, sin duda el más concurrido, aunque mucho menos de lo que cabría imaginar, es el llamado Rim Trail. Se trata de un sendero que discurre por todo el borde del cañón de un montón de millas de longitud. Nosotros aprovechamos el servicio gratuito de autobus para acercarnos hasta Hermits Rest (zona a la que únicamente puede accederse en bus o a pie) y volvimos hasta el Village por ese camino.
Imaginad casi 13 kilómetros disfrutando de vistas como estas!!
Y lo bueno es que uno no se cansa de mirar a lo lejos porque el paisaje cambia según el sol y las nubes. Vamos, un auténtico espectáculo de luz y ... el sonido lo pone el viento! (toma poesía)
Solo podemos decir que de nuevo, y a pesar del gran calor que hacía disfrutamos de lo lindo.
Por último, muchos nos haceis bromas con la comida ... que si comeis hamburguesas, que aquí no hay bacalao, ...je, je, que graciosos. Esta foto es la auténtica prueba de que las dotes culinarias de Raul no entienden de razas o de especie animal. Ya veis que hasta los ciervos acuden a la hora de la cena para ver si compartimos con ellos el "manjar" de turno, así que menos gracias de ahora en adelante!!
Del cañón fuimos al auténtico FAR WEST, ni más ni menos que a Monument Valley, pero eso será en la siguiente entrada del blog, la próxima vez que encontremos wifi y tengamos un rato para contaroslo.
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