viernes, 19 de febrero de 2010

PICOS DE EUROPA

No estábamos en Picos de Europa desde septiembre, cuando subimos a Tresviso recien llegados de nuestro "gran paseo", así que, visto que el pronóstico del tiempo no era especialmente malo, reservamos un albergue en esta aldea.


Se trata de Bejes y está justo encima de La Hermida. Allí llegamos el viernes por la noche y tras tomar algo en el albergue, que por cierto hace las veces de bar con los paisanos, nos acostamos y dormimos como aunténticos lirones.
Al parecer había nieve a cotas bastante bajas, por lo que no tuvimos mucho donde elegir. Optamos por empezar a andar desde Espinama rumbo al teleférico y ver hasta donde nos dejaba llegar la nieve. El día fue levantando poco a poco y enseguida llegamos a los invernales de Igüedri. Allí fue donde empezamos a encontrar un poco de nieve.

La mañana quedó preciosa, no había nadie y pudimos disfrutar de estas vistas.


A pesar de la nieve, el camino es más que evidente: Además es una ruta que hemos hecho en más de una ocasión.

La subida al refigio de Áliva no tiene ninguna dificultad y se llega desde Espinama en unas dos horas. La zona es bastante ventosa, por eso, aunque está alto y había nevado esa misma semana la nieve no se acumula y pudimos llegar hasta el refugio.

Aquí ya estamos a dos pasos del refugio, frescos todavía, pero con ganas de hincarle el diente al bocadillo.

Unicamente encontramos bastante nieve en el último tramo. Aunque nos hubiera gustado llegar al menos hasta el teléferico, sin raquetas resultaba difícil.

Estas son las vistas de las que disfrutamos mientras comíamos el bocata. Estuvimos casi una hora al sol, de charla con un par de montañeros de Torrelavega.

Por la tarde de camino a Bejes, aprovechamos que era temprano para visitar el Monasterio de Santo Toribio de Liebana. Tuvimos la suerte de llegar justo cuando comenzaba una visita guiada.

Además de dar todo tipo de detalles sobre la vida de Santo Toribio y la construcción del monasterio, nos enseñaron la que dicen es la sección de la cruz de Cristo más grande que se conserva. Al parecer, las pruebas de carbono que han hecho certifican que la madera tiene en torno a 2000 años, aunque como dijo el fraile que hizo la visita, ellos no necesitan de esas pruebas!!

Al día siguiente, después de hacer una ruta circular de unos 14 kilometros por la zona de Espinama, y de hacer un picnic a la entraba de esta preciosa iglesia -Santa María de Lebeña- pusimos rumbo a casa.

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