jueves, 27 de noviembre de 2008

De Cusco a ... Machu Pichu.

Que se puede decir de Cusco ?! Que es una ciudad muy turística pero con mucho encanto. La Plaza de Armas, el mercado, el Barrio de San Blas, cientos de iglesias y todo ello previo pago y rodeados de miles de turistas! Una pena!


La Plaza de Armas

También visitamos algunos lugares cercanos como Pisac (famoso por su mercado pero que nos resultó totalmente turístico), y otros recintos arqueológicos: Tambo Machay, Puca Puccara Qenko y Sacsayhuaman. Este último fue lo único que a nuestro juicio mereció la pena. Una muralla de tres lienzos construidas con unas moles de piedra colosales en forma de zig zag. Realmente espectacular.

Sacsayhuaman con su triple muralla

En esta foto podeis ver el tamaño de las piedras que utilizaron para construir las murallas.

Para nosotros Cusco era fundamentalmente el punto de partida para llegar a Machu Pichu. Allí compramos las entradas y los billetes de Perurail desde Ollataytambo hasta Aguas Calientes, que es la población más cercana al famoso Machu Pichu. En Ollataytambo visitamos unas ruinas que nos gustaron más de lo que esperábamos y fue un primer contacto con el paisaje montañoso que nos ibamos a encontrar en Aguas Calientes.

Ollataytambo

Y por fin llegó el día! Diana a las 3:45 de la mañana para subir andando desde Aguas Calientes hasta la entrada de Machu Pichu. El objetivo del madrugón era poder subir al Wuana Picchu, que es el monte verde que se ve en todas las postales y al que solo pueden subir 400 personas al día. La verdad es que todo el esfuerzo mereció la pena porque pudimos disfrutar de unas vistas espectaculares y pasamos el resto del día subiendo y bajando escaleras para no perdernos nada. Sin duda, la entrada al recinto cuando estaba amaneciendo fue lo más emocionante. Acabamos un día redondo dandonos un baño termal con trajes de baño alquilados. Se puede pedir mas?

Vista de las ruinas desde la cima del Wuana Picchu.

Al fondo el Wuana Picchu.

Al día siguiente, y ya en los alrededores de Ollataytambo, visitamos las salinas de Maray en transporte público. La visita resultó muy interesante porque pudimos hablar con los trabajadores que había allí de manera informal y nos explicaron cómo realizaban la explotación de la sal y el régimen de trabajo comunitario que tenían.

Las salinas de Maray.

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