Nos hubiéramos quedado con gusto, a pesar de lo carísimo que es todo en Suiza, pero el mal tiempo hizo que saliéramos precipitadamente y sin destino fijo, rumbo al este. Teníamos claro, aunque todo hay que decirlo, lo decidimos la víspera de salir de casa, que nuestro destino final era Rumanía; lo que no teníamos tan claro era por donde iríamos y por donde volveríamos.
Tras dar unas cuantas vueltas al mapa de Europa, pensamos que una posible etapa intermedia era Salzburgo y hacia allí nos dirigimos. Atravesamos Suiza en medio de un diluvio y llegamos a Salzburgo a media tarde con el tiempo lo suficientemente bueno para animarnos a plantar la tienda de campaña.
No sabemos por qué, quizá porque el tiempo estaba muy triste y llovía con frecuencia, pero la ciudad nos resultó bastante decepcionante.
Las calles son bonitas y estaban muy animadas, ... quizás demasiado para nuestro gusto. Visitamos la catedral, la fortaleza y como no, la estatua de Mozart.
Vimos la ciudad desde lo alto de la fortaleza y disfrutamos del mercado semanal en la parte nueva de la ciudad, ... pero esperábamos algo más de la tan famosa Salzburgo.
Mucho más nos gusto la bella Budapest, que fue nuestro siguiente destino. Además el tiempo cambió radicalmente y las temperaturas subieron esos días hasta los 35 grados!! Aunque seguramente la imagen más conocida de la ciudad es su Parlamento, junto al río, la parte alta de la ciudad es realmente espectacular.
Los dos días que estuvimos allí paseamos por la orilla del Danubio, cruzamos varios de sus puentes, paseamos por las zonas peatonales que están llenas de turistas y disfrutamos de muchos de los edificios preciosos que abundan en la ciudad.
Esta construcción que parece sacada del Exin Castillos es el llamado Bastión de los Pescadores y se encuentra en la parte alta de la ciudad. .
Aunque parezca que no hay nadie, la ciudad estaba abarrotada de turistas de todas las nacionalidades
Como ya os hemos dicho en Budapesta pasamos un calor infernal, y que mejor forma de aliviar el calor que un buen balneario?? En este entorno estupendo pasamos la tarde aliviando el calor. En el exterior varias piscinas descubiertas. En el interior del edificio amarillo había una infinidad de piscinas con el agua a diferentes temperaturas y saunas y baños turcos también a temperaturas diferentes.
Os podreis imaginar lo que sufrimos!!
Rumanía estaba ya muy cerca, pero eso os lo conteremos en la próxima entrada.
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