Tras nuestro paso por el Parque Nacional Torres del Paine nos dirigimos al Calafate donde nos encontramos con nuestros amigos neozelandeses. Aunque el objetivo inmediato era ir al Chaltén, no podiamos dejar de ver el famoso glaciar de Perito Moreno. Como eramos 8, alquilamos dos coches y allí nos fuimos a disfrutar del espectáculo.
Cuando llegamos estaba atardeciendo y había muy poca gente, así que disfrutamos un móntón. Quizá lo más impresionante eran los ruidos que se oían al crujir el hielo. Es algo que no se puede explicar, hay que verlo y sobre todo oirlo.
Es realmente impresionante ver la masa de hielo que hay al fondo. Según los datos esta masa de hielo ocupa una extensión de nada más y nada menos que 13.000 kilómetros cuadrados.
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