lunes, 19 de marzo de 2018

EL VALLE DE COCHAMÓ O EL YOSEMITE CHILENO

El valle de Cochamó no es un lugar de los que aparecen en las guías de viaje de Chile, o si lo hace, es en una esquinita o en un párrafo que pasa totalmente desapercibida. En nuestro caso habíamos leído el párrafo en cuestión, pero sobre todo nos lo aconsejó nuestro amigo David, chileno para más señas y buen conocedor de la zona. Así que cuando llegamos a Puerto Varas tuvimos claro que iríamos al valle de Cochamó. 
Al pueblo de Cochamó se accede fácilmente en autobús desde el centro de Puerto Varas y hay varios al día. El trayecto es muy agradable y la primera parte discurre por la orilla sur del lago Llanquihue  con vistas espectaculares a los volcanes Osorno y Calbuco. 
Nosotros optamos por hacer noche en Cochamó con el fin de tener tiempo de recabar información sobre cómo acceder al principio del sendero a La Junta y de aprovisionarnos para los cuatro días que pensábamos acampar en la Junta.   
El pueblo de Cochamó está situado en un profundo fiordo aunque la sensación que uno tiene es que se trata de un lago. 
Las vistas de las que disfrutamos son espectaculares. Al fondo, detrás del faro, se encuentra el volcán Yate.
Comenzamos el día temprano puesto que a las ocho habíamos quedado con un transporte que a un precio módico nos llevaría al inicio del sendero que estaba a unos 13 kilómetros del pueblo. 
 Nuestro objetivo del día era llegar a La Junta, donde queríamos acampar tres noches. Para llegar allí debíamos caminar unos 13 kilómetros cargando con nuestras pesadas mochilas. A pesar de que dejamos parte de nuestro equipaje en Puerto Varas, el tener que cargar con el material de acampada y comida para cuatro días hacía que las mochilas pesaran de lo lindo.

El sendero discurre en su mayoría por terreno boscoso y aunque no tiene gran dificultad el gran peso que llevábamos hizo que tardáramos cuatro horas y media en llegar a la zona de acampada de La Junta. Algunos de los montañeros que vimos por el camino tardaron en torno a siete u ocho horas, así que podemos decir que no nos fue ni tan mal!!

Eso si, cuando llegas a la Junta y ves lo que te rodea se te pasan todos los males. Aquí podeis ver las maravillosas montañas que rodean la zona de acampada y que efectivamente nos recordaron a las majestuosas montañas de Yosemite. 
Nosotros acampamos en el camping Trawen porque es el único que te permite acampar sin haber reservado previamente. Por el módico precio de seis dólares disfrutamos de este paisaje durante cuatro días. 

Una de las grandes atracciones de La Junta son los "toboganes". Estas cascadas se encuentran a escasos cien metros de nuestro campamento.  
 
Pero como dice el refrán "la cabra tira al monte" y nuestro objetivo era hacer un par de excursiones en la zona. Nuestro primer objetivo fue el Cerro Arcoiris. La descripción de la ruta la describía como difícultad media-alta pero tenemos que decir que nos sorprendió. Con estas fotos os podeis hacer idea de qué estamos hablando. 
La ruta tiene varios tramos equipados con cuerdas para que la ascensión sea más segura. Hay que decir que hay alguna zona un tanto comprometida, aunque en general no implican un gran riesgo. Eso sí, hay que ser prudente y andar con cuidado. 

Nosotros no llegamos a la cima del Cerro Arcoiris, nos conformamos con llegar al llamado segundo mirador desde donde disfrutamos de lo lindo. 
En lo alto de la montaña y tras las nubes se encontraba la cima del Arcoiris.
 Aprovechamos los momentos en que se despejó para hacer el reportaje fotográfico.
 



 Al día siguiente nos dirijimos a La Paloma, de nuevo otra subida bastante exigente con fuertes pendientes y de nuevo con tramos equipados con cuerdas.
El bosque es impresionante y de camino nos encontramos con ejemplares enormes, como veis en la foto. 
 El final del sendero la Paloma nos encontramos con este circo donde todavía había algunos neveros.
 Ya en la zona cercana a los toboganes descubrimos esta preciosa poza de agua color turquesa.

 Algunas curiosidades de la Junta es que allí no hay puentes por lo que para cruzar los ríos hay dos posibilidades. La primera es descalzarse y pasar descalzo ...
La otra posibilidad es utilizar las numerosas tirolinas que encontramos en la zona. Esta es la que utilizamos para llegar el camping Villahermosa. 
                                   
El Valle de Cochamó es muy recomendable para todo aquel que le guste la montaña y que esté dispuesto a desconectarse totalmente del mundo durante unos días. No os lo perdais!!





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